miércoles, 9 de marzo de 2011

La pereza

Me colman actos reflejos
y la modorra avasalla
mis ganas de mantenerme
despierta.

La lluvia me guarda
y el silencio, el silencio
me manda.

Voces raras me atraviezan
y mis ojos empiezan,
empiezan a cerrarse.

Surgen cantares rituales
de mi interior y el
acto posterior...será
un sueño perpetuo.

Deseo

Exploro mi mundo interno,
mientras el sudor
renace de mis membranas
empesinadas en una
velocidad constante.

Mis músculos se tensan,
y el ambiente se carga
de un sonido ruidoso
que estalla en un suspiro.

Ocupados uno y el otro,
nos olvidamos
que existimos.

Las palabras se desvanecen,
los movimientos se pierden
y el cuerpo se mantiene intacto.

El camino

El camino es largo, pero
veo como se posa un ángel
sobre la niebla
y te dice continúa.

Rodeada de montes
de donde surge la vida,
una vida simple y tierna.

El aliento dice basta,
y el corazón avanza,
late hasta el desborde.

Hay que estar dispuesto
a ser sensible,
hay que estar dispuesto
a mantener un equilibrio,
a poder,
a descubrir,
a dar gracias.

A ti

Siempre te escribí
y olvide abrazarte.
Hoy me acuerdo de ti
y me provoca hacerlo,
te quiero.
Te quiero infinitamente,
aunque me olvide a veces
lo que tanto te quiero.
De ti me olvidé más
que nadie, pero hoy
eres lo que más extraño.
Te extraño hasta que mi
corazón se hace puño y
gotean mis ojos.
Solo soy yo, lo sé, y eso
seguro que me duele, y sí,
me duele mucho.
No, no eres lo que más
extraño, pero sí que te
quiero.
Eres mi amor,
tú sí eres mi amor.
Me haces sudar,
me haces llorar,
palpito al pensar y
quiero tenerte,
te sueño,
a veces conmigo,
a veces no.
hasta sufro cuando te sueño.
Me gustas, me gustas mucho.
Más cuando te recuerdo,
más cuando te contemplo en mis sueños.